La conformación de un frente opositor es la aspiración de dos partidos opositores y otro que ha perdido caudal político hasta convertirse en lo que Joaquín Balaguer denominaba "entelequia", para enfrentar al Partido Revolucionario Moderno, con miras a las elecciones municipales de 2024. Hasta ahora hay conversaciones entre el Partido de la Liberación Dominicana, el Partido Revolucionario Dominicano y La Fuerza del Pueblo para buscar acuerdos que les permitan aunar esfuerzos en el ámbito municipal.
¿De qué se trata esto? De lograr un papel protagónico ante el PRM que en este momento mantiene el liderato en la mayoría de las alcaldías y distritos municipales del país. Tratar de arrancarles una porción considerable al partido oficialista y de esa manera proyectarse hacia las elecciones presidenciales y congresuales como una fuerza capaz de vencer al hasta ahora casi invencible Luis Abinader, según los números que conocemos.
Pero ¿Después de las elecciones municipales qué? ¿Van a continuar esos tres partidos unidos o cada uno va a tomar camino separado para optar por la presidencia de la República? Una respuesta que debería estar sobre la mesa todo el tiempo, antes de formularse la pregunta, porque quien lidere ese frente, podría quedarse con la candidatura presidencial de los demás y canibalizar la oposición.
¿Podrá ese frente opositor enfrentar a la poderosa maquinaria que de seguro traerá el partido de gobierno? Yo creo que no. Y una razón es que el Partido Fuerza del Pueblo aún no logra consolidar una estructura política con amarres fuertes en las comunidades del interior, es un partido creado alrededor de un líder cuya fuerza electoral ha sido mayor en Santo Domingo pero que ahora hay que repartir el monopolio que tuvo el PLD entre tres y con una alcaldía oficialista.
Encima de eso, el Partido de la Liberación Dominicana -que se ha hecho más que necesario para la FP por sus estructuras políticas a través de todo el país- está muy diezmado por la salida de figuras importantes y su incorporación al Partido Revolucionario Moderno. Esas cabeceras políticas en cada municipio y distrito municipal, van a jugar un rol importante el día de las elecciones; esto así porque conocen mejor que los demás a los electores.
La fidelidad política es más fuerte a niveles locales que nacionales y el dato más importante es que esos enclaves tienen estructuras electorales que saben donde vive cada elector, aspecto fundamental para movilizar a los votantes el día de los comicios, ventaja que tienen el partido de gobierno y sus aliados.
Hay una máxima que no falla en materia electoral: "EL QUE SAQUE MAS GENTE A VOTAR, GANA LAS ELECCIONES".