"Reflexionar serena, muy serenamente, es mejor que tomar decisiones desesperadas"
Franz Kafka
Unos dicen que son herramientas de trabajo y otros las usan como fábricas de percepción, lo cierto es que las encuestas, tan abundantes en nuestro devenir político, se han multiplicado como la verdolaga.
Todo el mundo dice tener una encuesta en las manos, todo el mundo dice que dicha encuesta le favorece, nadie es capaz de decir que su encuesta lo desfavorece en la lucha por el poder.
De las encuestas más creíbles en nuestro medio están la Gallup, la Mark Penn y la RDElige, pues se han posicionado ccomo serias y con metodologías que les dan mucha certidumbre. En este momento, las tres encuestas mencionadas están dando ganador al actual presidente Luis Abinader, dejando a la oposición muy rezagada y en alguno de los casos posicionando al segundo lugar por unos 26 puntos por detras del candidato oficial. A estas alturas, 26 puntos por debajo son muy difíciles de remontar.
Pero volvamos a las encuestas en general. el partido que se encuentra en segundo lugar ha presentado varias encuestas en las que sitúa a su candidato empatado o muy cerca del que ocupa el primer lugar. Su problema es que sus encuestas nadie las conoce, nadie sabe donde fueron hechas ni cual es la metodología utilizada. El otro partido ha llegado a colocar a su candidato por encima del que la Gallup, Mark Penn y RDElige colocan a la cabeza de las preferencias electorales de los dominicanos.
Faltan más encuestas, de todo tipo, porque cada quien arrima la brasa a su sardina, cada quien tiene la necesidad de presentarse como el posible ganador de la contienda electoral, cada quien necesita posicionar en la mente del elector que es el seguro vencedor, dada la tendencia muy comprobada de que el día de las elecciones, el indeciso y el que no es del corazón del partido, esa masa flotante que aunque tiene ciertas simpatías puede cambiar al final del proceso, votará por el que cree que va a ganar.